viernes, 20 de marzo de 2015

LA MÚSICA COMO INSTRUMENTO INTERDISCIPLINAR Y GLOBALIZADOR

La música es un elemento fundamental e imprescindible que debemos utilizar en la primera etapa de ecuación infantil.  Ésta debemos trabajarla de forma globalizada, es decir, que su enseñanza no debe ser individual sino incluida y relacionada con todas las demás competencias y áreas.

Como ya sabemos en educación infantil encontramos tres áreas diferentes de desarrollo, que son:
  1. Conocimiento de sí mismo y autonomía personal
  2. Conocimiento del entorno
  3. Lenguaje: comunicación y representación

Aunque la música pertenezca al área de lenguaje: comunicación y representación, vamos a ver como se trabajaría de forma globalizada incluyéndola en las demás áreas.

En cuanto al área de conocimiento de sí mismo y autonomía personal enfocaremos la música como elemento socializador y de interacción con los demás.
A través de la música los niños y niñas van creando una imagen de ellos mismos, al igual que van controlando su propio cuerpo, sus posibilidades de expresión y de intervención en la sociedad.
También les ayudará a adquirir autonomía en actividades cotidianas tanto personales como del entorno.

En el área de conocimiento del entorno vemos que la música también influye de manera significativa, de forma que van construyendo una imagen positiva del mundo que le rodea, del medio físico, social y natural que el niño o niña ve de manera global, como un conjunto de los tres y no de forma independiente.

A través de su experiencia y de su interacción con el medio van tomando conciencia del mundo que le rodea.
En esta área podemos utilizar la música por ejemplo para reproducir sonidos de animales, de medios de transportes, de cosas que nos rodean, trabajar los ritmos, movimientos…
Todo de esto de forma paulatina, ya que en la primera edad van tomando conciencia del entorno más inmediato a medida que su experiencia se va ampliando.

Respecto al área de lenguaje: comunicación y representación podemos decir que es donde se incluye principalmente la música.
A través de ella podemos trabajar con los niños y niñas las diferentes formas de expresión que les ayudará a manifestar sus emociones.

Es favorable que mantengan contacto con las diversas experiencias sonoras del mundo que les rodea y así se facilitarán situaciones en las que puedan interiorizar los sonidos y ritmos que se producen en su propio cuerpo o a través de él.

Con estas experiencias se irá desarrollando la sensibilidad sonora de los niños y niñas, su capacidad de discriminación, memoria auditiva…


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